Ante la pérdida dental expuesta en el anterior artículo. Hay varias opciones de sustitución.
1. Colocación de un puente
Una de las opciones es la colocación de un puente. Ésta era la solución habitual anteriormente. Los puentes se preparaban para sustituir la pérdida de un diente. Se usan dientes propios como apoyo para sustituir ese diente. El tratamiento consiste en la reducción del tamaño de los dientes adyacentes para que sobre ellos entren los dientes protésicos. A estos dientes protésicos se les une el diente que falta.
Este tratamiento tiene ventajas e inconvenientes:
La principal ventaja es el tiempo de reposición. Que después del tiempo de cicatrización de la extracción de la pieza perdida en poco más de dos semanas tendríamos el diente sustituido.
El inconveniente principal es que tenemos que reducir el tamaño de los dientes pilares y por lo tanto eliminar gran parte o totalmente el recubrimiento de esmalte del diente y en consecuencia crear hipersensibilidad. Esto puede hacer que terminen en un tratamiento de conductos de los dientes pilares.
2. Colocación de implante dental
Hoy día la opción de sustitución menos agresiva para los dientes vecinos y más razonable es la colocación del implante dental en la zona del diente ausente. En este caso no tenemos que tocar los dientes adyacentes.
En principio este tratamiento da grandes resultados a largo plazo. Sólo en algunos casos en los cuales la presencia de hueso es escasa puede estar contraindicado o tengamos que realizar regeneración de hueso.
El inconveniente principal es el tiempo de espera que generalmente son tres meses, y en el caso de que hayamos hecho regeneración de hueso el tiempo se puede demorar a seis meses o más.
Hoy día sin lugar a dudas es la opción de primera elección pues elimina la principal desventaja del puente que es la reducción de los dientes.
