Las carillas dentales son unas láminas que se ponen en la parte delantera del diente para mejorar color, forma y posición. En ocasiones, si el diente ha perdido en exceso su tonalidad o el color es de una tonalidad muy grisácea o amarillenta, un blanqueamiento no conseguiría un blanco aceptable, por lo que la mejor opción para conseguir el tono deseado es mediante las carillas dentales.
También puede ser que la forma del diente no sea estéticamente correcto y por ello la carilla sea una forma de dar una anatomía estéticamente mejorada. Por último, en ocasiones la colocación de los dientes no es correcta y el paciente no quiere ser sometido a un tratamiento de ortodoncia. Una de las opciones para alinear los dientes son las carillas. Así pues, se pueden encontrar carillas de diferentes tipos.
Tipos de carillas dentales: ventajas e inconvenientes
Carillas de composite
Las carillas de composite son unas carillas que se realizan con composite que es una resina y que tienen una serie de ventajas. Las principales ventajas son que no necesitan contorneado ni reducción del diente. Otra de las ventajas es que se pueden reparar fácilmente en la clínica, y son muy económicas. La desventaja principal es que requieren un mayor cuidado ya que se pueden fracturar y se pueden manchar con facilidad.
Carillas empress o de zirconio
Las carillas empress o de zirconio tienen como principal ventaja su acabado estético ya que se asemejan al diente natural. Como desventaja cabría destacar la necesidad de realizar una reducción del diente lo que implica un proceso ligeramente agresivo. El coste de estas carillas dentales es económico.
Carillas tipo Lumineer
Las carillas tipo Lumineer son como láminas de 0,3mm. La principal ventaja que tienen este tipo de carillas es que son muy delgadas y no necesitan preparación dental. La desventaja que tienen es el coste económico.