Como hemos hablado en el anterior artículo Recesión gingival, una de las causas más habituales en la pérdida de encías es la periodontitis. Es una enfermedad que afecta principalmente al hueso y al ligamiento periodontal, disminuyendo la sujeción del diente. En ocasiones la encía se retrae, pero no ocurre siempre. Para determinar hasta qué punto se ha perdido tejido, es conveniente realizar radiografías y sondas.
Una de las principales causas de la enfermedad de las encías es la presencia de bacterias tanto en el exterior como en el interior de la encía, y la acumulación de sarro, que provoca la retención de dichas bacterias.
¿Qué puedo hacer si tengo periodontitis?
Dentro del tratamiento de la enfermedad de las encías, el más habitual es el raspado y alisado radicular, conocido popularmente como curetajes. Este tratamiento consiste en la eliminación del sarro supragingival y subgingival: el sarro que se ve y el que no se ve porque está debajo de la encía. Es un método que se realiza con anestesia, por lo que el paciente no siente ninguna molestia, y con un mínimo de dos sesiones para que sea efectivo.
Es importante decir que no es un tratamiento regenerativo, es decir, no se recupera el tejido perdido. El objetivo es reducir y parar el avance.
Os recordamos que ningún tratamiento periodontal sirve de muchos si no se realizan las visitas de control que programe vuestro dentista (normalmente durante los 4 meses siguientes al raspado y en función de la evolución de cada caso) y si el paciente no sigue los estrictos y necesarios hábitos de higiene. Como ya hablamos en el anterior artículo, una buena higiene bucal evita futuros problemas y mantiene vuestros dientes y encías saludables.
Proceso desde una encía sana a una encía con periodontitis grave.
